domingo, 9 de febrero de 2014

Hialeah: Alcalde, por favor, que nos limpien la piscina.


Hialeah es la ciudad donde vivo y espero vivir mucho tiempo más. Algunos se quejan de que en Hialeah se respira demasiado olor a Cuba y reniegan de ella; pero como cubano que soy, el aire de esta ciudad me alimenta y me recuerda a cada momento mis orígenes. No dejo de reconocer, sin embargo, que siempre está rodeada de dimes y diretes. Carlos Hernández y Raúl Martínez me recuerdan al Plutarco Tuero y el Pancho Majagua de aquel poblado llamado “San Nicolás del Peladero”. Pero no es de política de lo que deseo hablar hoy,… Hoy mi tema es salubridad. Veamos:

“Mango Hill 9” es una comunidad situada justo en el corazón del West de Hialeah, allí cerca de donde confluyen la 12 Avenida y la 37 Calle del West. Es una zona de gente trabajadora, donde algunos son dueños de sus casitas y otros rentan. La omnipotente Asociación de Condominios que administra el lugar regula el color de las casas, los carros que se pueden parquear, o las cosas que usted puede poner en el portalito de su propio hogar; sin embargo, esa misma asociación se hace la de la “vista gorda” con cosas mucho más importantes y hasta peligrosas para preservar el bienestar de los vecinos, por ejemplo: el denigrante e insalubre estado de la piscina.



Hace más de cuatro años que este servidor llegó de Cuba y ya mis suegros habían vivido en el lugar por un buen tiempo antes. Al menos desde que pise las calles de Mango Hill 9, esa piscina ha estado en la condición que pueden apreciar en las fotos anteriores.

Los residentes del área han clamado por ayuda, incluso a algunos medios de comunicación locales, pero nadie se ha interesado.

¿Pero cuáles son las implicaciones, más allá de la cuestión estética, que tiene la situación insalubre y deplorable de la piscina? Listo solo algunas:

  1. La cerca perimetral está rota: Cualquiera de los numerosos niños que viven en el condominio o sus alrededores pueden penetrar y caer en las aguas contaminadas (además de los golpes que esta caída puede provocar).
  2. La piscina es un criadero de mosquitos: Estos insectos son potenciales transmisores de la fiebre del Nilo (produce Encefalitis en los humanos), del Dengue (que puede provocar la muerte en su variante hemorrágica). Al menos en el caso del dengue se ha demostrado que el único modo de prevenirlo es luchar contra el vector transmisor (el mosquito).
  3. La proliferación de bacterias: La “Escherichia coli”, por poner un ejemplo, aparece en las aguas cloacales (así puede catalogarse el agua de esta piscina) y puede contaminar a las personas que tengan contacto con estas aguas. La E Coli puede provocar diarreas sanguinolentas severas. Personalmente pude observar, meses atrás, una brigada que supuestamente quiso poner un “parche” al herido moribundo y extrajo parcialmente el agua de la piscina, arrojándola en las calles... sencillamente horroroso, pusieron en peligro a toda la comunidad al exponerla al contacto con el agua donde pululan las bacterias.

Las preguntas que afloran a mi mente son:

¿En que gasta la Asociación de Condominios que administra a Mango Hill 9, el dinero que colecta?

¿Dónde están las autoridades sanitarias de Hialeah, si es que existen? ¿Y las del Condado?

¿Es necesaria la aparición de una epidemia para que alguien se interese y empiece la búsqueda de chivos expiatorios?

¿Es más importante la contaminación de los parques de Coral Gables con metales pesados, que la contaminación biológica de una piscina (o muchas) en Hialeah?

¿Dónde están los políticos que prometen mucho en campaña y hacen poco el resto del tiempo?

Demasiadas preguntas sin respuestas. ¿No creen?

 

 

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