Esta mañana amanecí leyendo la sección deportiva de algunos periódicos y
sitios digitales cubanos,.., buscaba información sobre la presente Serie Nacional
de Beisbol, que casi arriba a su etapa de semifinales….
A pesar de haber dejado la isla hace más de cuatro años, no he podido, ni
querido, arrancar de mi corazón al equipo de beisbol de mi infancia y juventud:
El Villla Clara, el eterno y
aguerrido Villa Clara; el equipo de llamativa
vestimenta anaranjada, que ha sido
cuna de peloteros excepcionales… Por sus filas han pasado glorias como Lázaro
Pérez, Pedro Jova, Alberto Martínez, Amado Zamora, Víctor Mesa, Oscar Machado…
que hicieron toda su carrera en los diamantes de la isla, a pesar de haber
tenido calidad de sobra para llegar incluso a la “gran carpa” de la MLB,… también
otros que sí llegaron a jugar en las mayores, como: Rolando Arrojo, Jorge Luis
Toca, “Riquimbili” Betancourt, Dayán Viciedo y otros….
La temporada pasada la “ciudad naranja” se vistió de fiesta celebrando el
merecido triunfo del equipo, tras casi dos décadas de espera. El director
triunfador fue Ramón Moré, otrora segunda base de los naranjas y cifuentense. Habíamos
estado a punto de saborear la gloria varias veces, pero siempre las finales nos
jugaban una mala pasada, debido esencialmente a la mala dirección de Víctor
Mesa, que con su carácter autoritario y destemplado, rayando en lo abusivo, había
puesto por el piso la moral de las huestes naranjas.
Recordemos que tras “la era” de Pedro Jova como timonel (tres campeonatos y
dos subcampeonatos) y su repentina “desaparición” como manager, desfilaron por
el alto mando villaclareños, figuras como: Roberto “Campito” Rodríguez, el Dr.
en Ciencias Pedagógicas y gran conocedor de beisbol Eduardo Martín Saura y para
cerrar con “broche de oro” la larga y “borrascosa
era” de Víctor Mesa…..
Paradojas del destino, el Villa Clara de Moré le arrebata el título de la
pasada serie nacional, a un equipo de Matanzas comandado por el mismísimo Víctor
Mesa (aparentemente condenado por su falta de modales y abuso de poder, a ser
eterno segundón). Sin embargo se da un escenario muy especial, que pone un
extra de tensión: Por obra gracia de su “chicharronería” con Antonio Castro (y
esta es mi opinión personal), Víctor Mesa, el manager que nunca ha ganado una
serie dentro o fuera de Cuba, había sido designado a dedo (como se designa todo
en Cuba) a ser el “flamante Director de la Selección Nacional” por cuatro años,
al menos. Este mismo Víctor Mesa, deja fuera del equipo al III Clásico Mundial
de Beisbol, a Ariel Pestano (villaclareño y uno de los mejores receptores de la
historia de beisbol cubano), pues en la época que dirigía al VC, se comenta de
innumerables choques entre ambos… evidentemente, la debilidad de la receptoría,
fue una de las tantas razones del “papelazo” cubano en este evento.
Precisamente son Pestano Y Freddy Asiel Álvarez (un excelente lanzador) los
que juegan un importante papel en la victoria naranja y en la nueva humillación
infringida al veleidoso y prepotente Víctor Mesa.
Se forma el “despelote”…. No, no es que falten las pelotas….
Esta “Serie Nacional” arranca llena de “dimes y diretes”: se atrasa el
inicio debido a supuestas lluvias torrenciales que iban a caer; el excelente árbitro
Luis César Valdés decide retirarse y da una entrevista en la que alerta de la pérdida
de autoridad del arbitraje cubano y de la falta de capacitación y desatención a
los encargados de impartir justicia; se desata una “guerra” entre el bateador
villaclareño Ramón Lunar y el lanzador Vladimir García: Lunar castiga a García
a puros lineazos y García decide no pichearle más y darle pelotazos en todas
las veces al bate (le propina seis); el árbitro Lobaina considera los pelotazos
intencionales y expulsa a Vladimir y la Comisión Nacional de Beisbol decide
expulsar a Lobaina (viola la autoridad del árbitro e interfiere en una decisión
que es prerrogativa exclusiva del árbitro); Vladimir golpea de nuevo a Lunar en
otro juego y el expulsado es Lunar, mientras Vladimir termina agarrándose los testículos
y mostrándoselos al público, sin que sea castigado por actitud tan
antideportiva y degradante (que árbitro se va a atrever a sancionarlo si es un “protegido
de la CNB”).
Pero la cosa no termina ahí. Se enfrentan Matanzas y Villa Clara: Freddy
Asiel en una noche de poca efectividad y claro descontrol propina tres
pelotazos a jugadores matanceros, los dos primeros bien pueden catalogarse como
“intencionales”, a pesar de que el árbitro actuante, Osvaldo de Paula, no lo
aprecia así; pero el tercer pelotazo es propinado a Víctor Víctor, el hijo de Víctor
Mesa que, en un acto de claro nepotismo, ha convertido a su hijo en “regular”
del equipo a pesar de su pobre rendimiento. Paradojicamente y de modo muy
extraño, tras el pelotazo, Víctor Víctor se dirige al banco en vez de correr
hacia primera y desde el banco sale, bate en mano, Demis Valdés, un calienta
bancos matancero, a “ajusticiar” a Freddy Asiel bate en mano. Víctor Mesa no
intenta detener a su jugador y algunos comentan que hasta se le ve una mueca
que puede tomarse como sonrisa disimulada. El pitcher agredido trata de
defenderse y le lanza el guante a Valdés, mientras el capitán de los naranjas,
ramón Lunar, trata de detener al “potencial asesino”… el bate de Demis golpea a
Lunar en la cara y este recibe una herida de más de noventa puntos entre
externos e internos….
La sacrosanta Comisión Nacional de Beisbol, nuevamente toma cartas en el
asunto y decide sancionar de igual modo a agresor y agredido y de paso expulsa
al árbitro Osvaldo de Paula. Freddy es expulsado por el resto de la campaña (el
reglamento habla de un juego de expulsión si el árbitro considera intencional
el pelotazo)
La mesa está servida, para que el Campeón Villa clara no pueda defender su
título. Todo está preparado, para limpiar de escollos el camino de Víctor Mesa,
hacia un título nacional que justifique su puesto como manager del equipo
nacional.
Durante este mes que ha transcurrido, en el website de Cubadebate y del periódico
Juventud Rebelde, los aficionados han apoyado abrumadoramente la
reincorporación de Freddy Asiel, e incluso se ha demostrado que ningún acápite del
reglamento justifica la sanción al pitcher naranja… es todo obra de la voluntad
de la CNB que como banda de mafiosos, ajustan y reajustan las reglas a su
antojo y además no se sienten en la obligación de ofrecer explicaciones a los
aficionados.
Hoy, tras un mes de apelaciones, la CNB ha reafirmado la sanción a Freddy Asiel
Álvarez y han ignorado la petición mayoritaria de la afición. Dejan fuera del
VC a su mejor pitcher, el hombre que bien podía ganar de dos a tres juegos a
los matanceros en un posible cruce en semifinales. Despojan al VC de la
posibilidad de contar todas sus cartas para luchar nuevamente por el título.
Lo más triste, los pelotazos e indisciplinas no han cesado, las agresiones,
incluso de managers a árbitros, están a la orden del día (Vargas y el mismo Víctor
Mesa han escenificado espectáculos degradantes en estas últimas subseries),
pero nadie más ha sido sancionado.
Epílogo.
La pregunta a responder aquí es: ¿Por qué los señores de la CNB se sienten
en la capacidad de cometer arbitrariedades e injusticias, sin temor a ser
juzgados por instancias superiores?
La respuesta para mi es obvia…. Tienen un gran padrino, uno muy poderoso…
el mismísimo hijo de su “majestad”,… el médico devenido pelotero, Antonio Castro,
es una autoridad de la esfera deportiva cubana y flamante vicepresidente de FIB.
Todos podemos recordar al “baby” Castro, cuando viajaba como médico del
equipo cubano de beisbol, impartiendo órdenes desde el banco, robando un
protagonismo que no le correspondía, dando opiniones…. El manager del equipo Cuba,
en aquellos tiempos era Higinio Vélez….
¿Qué meritos tiene Antonio Castro para ser postulado a la vice presidencia
de la FIB? Ninguno que yo sepa,… no fue deportista, no ha sido manager de un
equipo, no es entrenador… yo no me cuestionaría nada si me dijeran que el “baby”
fuera Director de un Hospital, lo achacaría a su calidad como médico,,, pero
ante el puesto que ocupa, solo me queda pensar que su mérito no es otro que su
apellido…. es solo satisfacer un capricho de un nene malcriado… una muestra más
de un nepotismo que corroe a la sociedad cubana y al mundo….
El es el líder espiritual de las poderosos “chupacabras” que desangran al
beisbol cubano…, no tengo dudas que este es el protector de Higinio o Víctor
Mesa…, de no ser así, estos no hubieran actuado con la impunidad y prepotencia
que han demostrado,….
Muchos cuestionan y opinan acerca de los peloteros que abandonan el país y
buscan probar suerte en la MLB, en Japón y hasta en las ligas de Latinoamérica….
La pasada Serie del Caribe fue muestra del avance y calidad de estos peloteros
que ya no juegan en nuestra liga, de su disciplina técnico – táctica y también como
seres sociales, sin agresividades o guaperías baratas.
Algunos ciegos acusan al “imperio” del robo de talentos y de desangrar al
beisbol cubano…. Seamos honestos, pongámonos los pantalones y reconozcamos que los que desangran al beisbol cubano son
los chupacabras internos,… los Higinio Vélez, Víctor Mesa, Antonio Castro y
otros que encubren y apañan lo mal hecho, que permiten el nepotismo, que forman
un equipo Cuba no en base al rendimiento sino en base a “socitos” y “ahijados”.
Lo mejor que le puede pasar a Freddy, es “largarse” a un sitio donde
respeten su talento y lo juzguen como el pelotero que es…. Sería doloroso para
mi ver como otra estrella de mi VC se marcha, alejando nuestra posibilidad de
saborear el triunfo…, pero ¿qué otra alternativa queda ante la corrupción y el
comportamiento mafioso de los directivos de nuestro deporte….? ¿Directivos?,…
parece una broma: “Chupacabras que
predican la moral en calzoncillos”.
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