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miércoles, 19 de marzo de 2014

Descubriendo el mundo mágico de la ingeniería (I): ¿Qué le pasó a la plataforma Alexander Kielland?



Los años finales del siglo XX y principios del XXI trajeron una revolución extraordinaria en el mundo de la informática y las comunicaciones. Esta revolución ha relegado a un segundo plano, de alguna manera, a otras ramas de la ciencia y la ingeniería que se han hecho menos visibles para las nuevas generaciones de estudiantes y trabajadores.

La ingeniería mecánica ha sido una de estas áreas que prácticamente ha desaparecido de la vista de los estudiantes, reforzado este fenómeno por la fuga de los trabajos de manufactura fuera de las fronteras de los Estados Unidos de América.

A través de esta sección queremos promocionar entre los más jóvenes la importancia del estudio de la ingeniería y su papel en el regreso de las industrias de manufactura como vía para disminuir el desempleo y disponer de acceso a mejores salarios.

Desastre de la ingeniería: ¿Qué le pasó a la plataforma Alexander Kielland?

La plataforma “Alexander Kielland” fue diseñada y construida en Francia, entre 1973 y 1976. Era una plataforma marina móvil, semi sumergible, con columnas dispuestas en forma de pentágono (figura de cinco lados) y altura de 35.6 metros, apoyadas sobre flotadores de más de 22 metros de diámetro.

El propósito de su construcción fue desarrollar labores de perforación marítima en busca de petróleo, pero durante sus cuatro años de servicio funcionó, exclusivamente, como un hotel para el descanso de los trabajadores que participaban en perforaciones desde otras plataformas marítimas. En 1980, la “Alexander Kielland” se encontraba localizada en el mar del norte y estaba unida a través de un puente levadizo a la plataforma de perforación “Ekofisk Edda”.

En la tarde del 27 de marzo, las condiciones climáticas eran muy malas, soplaba un viento de 60 ÷ 75 km/h, la altura de las olas era de hasta 12 metros. Repentinamente la plataforma se inclinó un ángulo de 35 grados, semi sumergiéndose en el mar. La plataforma se mantuvo flotando, a partir de este momento, por 14 minutos y durante este tiempo se hicieron muchos intentos de lanzar los botes salvavidas al mar, pero solo dos de los siete botes a bordo pudieron ser lanzados exitosamente. Finalmente la plataforma se volcó completamente. De los 212 hombres a bordo, 123 murieron y solo 89 sobrevivieron la catástrofe.


¿Pero qué produjo la súbita inclinación de la plataforma? Los ingenieros expertos en análisis de fallas lograron rastrear la causa del desastre hasta una pequeñísima grieta, aparecida producto de una soldadura defectuosa, sobre uno de los refuerzos tubulares de la estructura (2.6 metros de diámetro y espesor de 26 mm).  Esta pequeña grieta creció a lo largo de los años en servicio debido a un fenómeno llamado “fatiga” y en el momento del accidente el refuerzo estaba tan debilitado, que se partió, sobrecargando al resto de los refuerzos que se unían a esa columna y provocando la falla sucesiva de cada uno de estos. Finalmente la plataforma perdió una de sus columnas que le permitían flotar y esto provocó su vuelco.

La siguiente figura ilustra, secuencialmente, la ocurrencia del accidente.


Podemos concluir sobre este suceso tan triste y a la vez interesante, que una pequeñísima grieta originada durante la soldadura y que, durante el proceso de fabricación, escapó a la vista de avezados inspectores fue la que provocó la destrucción de esta monumental obra de la ingeniería, provocando pérdidas económicas millonarias y la muerte de 123 trabajadores.

Si desean profundizar en este tema o sugerirnos otros sucesos interesantes en el campo de la ingeniería, pueden escribirnos a felixrm1971@gmail.com