martes, 18 de octubre de 2016

Trump University: Una estafa multimillonaria.


Parte I: Requisitos para ser acreditado como Universidad o College.

Todos los que de algún modo u otro hemos estado vinculado al mundo académico bien sabemos de los rigurosos y variados requerimientos que debe satisfacer una institución educativa para ser llamada UNIVERSIDAD.

Tomemos como ejemplo a New England Association of Schools and Colleges (NEASC) https://cihe.neasc.org/standards-policies/standards-accreditation que en su sitio web deja bien claro que los estándares de acreditación contienen lo que una Universidad o “College” debe hacer para merecer la confianza y credibilidad pública y como estos estándares funcionan como un marco para el desarrollo institucional y la autoevaluación.

En el caso de NEASC, por ejemplo, los estándares son actualizados al menos cada diez años para readaptarlos a la cambiante realidad del mundo educativo y científico – tecnológico.

Algunos de los estándares de NEASC se refieren los programas académicos (estándar 4), los profesores y resto del personal de apoyo (estándar 6) e integridad y transparencia (estándar 9) entre otros.

En cuanto los programas académicos queda muy claro que estos deben conducir a la obtención de un grado (diploma) en un campo de estudio reconocido, deben estar publicados claramente los objetivos de aprendizaje y requerimientos de cada programa,  los programas deben ser diseñados de manera coherente, caracterizados por su continuidad y progresión secuencial,  los programas de pregrado deben incluir las materias catalogadas como humanidades y ciencias y deben preparar al estudiante para desempeñarse efectivamente en el mundo en que vive y ser capaz de asimilar los conocimientos específicos de cada carrera.

Sobre el claustro de profesores se establece que la preparación y calificación de los profesores debe estar de acuerdo a la naturaleza de sus tareas y se mide a través de los grados académicos y científicos que ostentan, su experiencia profesional, sus habilidades para enseñar, sus investigaciones y resultados. Los profesores deben además de mostrar sus efectividad en el desarrollo de sus responsabilidades (enseñar).

Los contenidos y métodos de enseñanza deben satisfacer los estándares académicos y profesionales generalmente aceptados. Los estudiantes deben ser expuestos a una variedad de profesores, con diferentes puntos de vista, métodos de enseñanza, etc.

En cuanto a la integridad y transparencia, se expresa la necesidad que los profesores, administrativos, personal de apoyo, miembros directivos y estudiantes actúen responsable y éticamente. La información publicada por la institución en su sitio web tiene que ser accesible y suficiente para que el estudiante pueda tomar una decisión informada sobre su educación; además debe proveerse información clara y cierta sobre el proceso de admisión, empleo, calificaciones, disciplina y consideraciones de las quejas y apelaciones.

Parte II: ¿Qué fue la Universidad “Trump”?

Trump University LLC (llamada más tarde Trump Entrepreneur Initiative LLC) fue una compañía fundada con fines de lucro y que operó entre 2005 y 2010. Se especializaba, supuestamente, en programas de entrenamiento en bienes raíces https://en.wikipedia.org/wiki/Trump_University.

La página web de Trump University no está disponible y en su lugar se puede encontrar el sitio de Trump Entrepreneur Initiative LLC, http://trumpinitiative.com/, pero esta desactivado. Veamos algunos testimonios ofrecidos por implicados en los casos que se han llevado a las cortes de justicia contra la Universidad Trump.

 En un artículo de junio 2 de 2016, escrito por John Cassidy en “The New Yorker” http://www.newyorker.com/news/john-cassidy/trump-university-its-worse-than-you-think  se explica que la oficina del Fiscal General, en repetidas ocasiones, advirtió que la compañía con fines de lucro fundada, rompía la ley al hacerse llamar universidad (en el estado de New York las universidades deben poseer una carta del estado, que no poseía la Universidad Trump, ni estaba acreditada por ningún ente acreditador independiente). Sencillamente la Universidad Trump operaba fuera de la ley y gracias exclusivamente al dinero e influencia del magnate inmobiliario.

Según testimonios de Ronald Schnackenberg, un agente de ventas de la Universidad Trump: “a pesar que la institución reclamaba que quería ayudar a los consumidores a hacer dinero en el negocio de bienes raíces, su verdadero único fin era vender los “paquetes” de seminarios, lo más caro que fuera posible”. En opinión del mismo Schnackenberg, “la Universidad Trump era un esquema fraudulento diseñado para despojar de su dinero a personas no muy jóvenes y con pobre educación”.

A pesar de que en los anuncios publicitarios se alegaba que Trump había seleccionado personalmente a los instructores y que podía convertir a cada estudiante en un inversor exitoso en el área de los bienes raíces; realmente Trump cuidadosamente a los instructores y él jamás aparecía en las charlas; tampoco había revisado el currículo de los seminarios y demás cursos. Los materiales presentados eran preparados por una “tercera empresa” que se dedicaba a preparar charlas para empresas de “tiempo compartido” y charlas inspiraciones.   

Los instructores de Trump University alegaban que tres días no eran suficientes y alentaban a los incautos a enrollarse en cursos más largos que costaban 35,000 dólares.

En un artículo en “The National Review”, titulado “Yes, Trump University was a massive scam” http://www.nationalreview.com/corner/432010/trump-university-scam, se menciona que Trump prometía a los estudiantes de los seminarios de tres días, que iba a proporcionarles acceso a prestamistas o financistas privados. Eso nunca ocurrió.

El “Playbook” usado por los presentadores de la Universidad Trump dejaba claro que el primer y más importante requisito para cualificar para inscribirse en Trump University era: tener una tarjeta de crédito válida y pagar todo.  

En artículo publicado en “The New York Times”, titulado: “Former Trump University Workers Call the School a ‘Lie’ and a ‘Scheme’ in Testimony” http://www.nytimes.com/2016/06/01/us/politics/donald-trump-university.html?_r=0, un agente de eventos de Trump University, llamada Corrine Sommer cuenta que sus colegas aconsejaban a los potenciales estudiantes a abrir cuantas tarjetas de crédito pudieran con tal de que se matricularan en las clases que se ofrecían; incluso cuando sabían que estos potenciales estudiantes no podrían soportar la avalancha de pagos por concepto de esas tarjetas de crédito.

Parte III. Conclusiones.

1.       Es evidente que la institución creada por Trump usaba de manera ilegal el título de Universidad, no contaba con la acreditación requerida y los cursos que ofrecía no eran transferibles a ninguna otra institución de enseñanza superior en todo el mundo.

2.       No había programas de estudios bien diseñados y que funcionaran de manera sistémica.

3.       Los profesores carecían del conocimiento necesario en el campo de los bienes raíces.

4.       Las charlas eran más motivacionales y encaminadas a que los estudiantes se enrolaran en nuevos cursos, que realmente presentaciones técnicas para incrementar las habilidades de los estudiantes, como futuros inversores en el campo de los bienes raíces.

5.       El Sr. Trump no participaba de manera activa en las actividades, a pesar de que esa era una de las promesas.

6.       Se alentaba a los estudiantes a manejar sus finanzas de manera irresponsable, bajo la promesa de que verían sus ingresos multiplicados en muy corto tiempo.

Es evidente que la Universidad Trump fue una estafa y que debido a eso y a pesar de los millones e influencia política del Sr. Trump, no ha podido silenciar los reclamos de miles de víctimas de su esquema de fraude.

 

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