Hace muchos años un legendario y
controvertido grupo musical de Cuba (el grupo Moncada) cantaba un estribillo: “…caimán,
caimán, caimán no come caimán…”. Esta letra, que por años reposó en la más
recóndita gaveta de mi memoria, ha aflorado con inusual claridad y vigencia
ante la propuesta del Congresista Federal Carlos Curbelo, que pretende promover
una ley para eliminar el status un poco “especial” que tenemos los cubanos al
llegar a USA.
Para tratar de entender la actitud del
congresista me remito a su biografía en el sitio del congreso https://curbelo.house.gov/about/ y
leo que el Sr. Curbelo nació en Miami, en marzo de 1980 y es hijo de padres emigrados
en la década de los 60s. La biografía del congresista Curbelo no menciona si
alguna vez piso la tierra en que nacieron sus padres o si tiene contacto con la
familia allá, pero asumo que la respuesta es no. ¿Qué puede saber entonces el
Sr. Curbelo del dolor de los cubanos al emprender la marcha y abandonar a
familiares, amigos, el techo donde crecieron y el barrio donde jugaron? ¿Cómo
puede explicarse el congresista Curbelo lo que se siente cuando no sabes, si al
marcharte, volverás a ver a tus seres queridos: la madre vieja, el hijo
pequeño, el primo con el que compartiste fiestas y secretos de novias y tragos?
Realmente me alegra que el Sr. Curbelo no
haya tenido que atravesar estas penosas situaciones, pues creo que el
congresista es un hombre honesto que fue coherente en su trabajo en el distrito
escolar apoyando, hasta donde recuerdo, la
idea del “common core” tan atacada por sus copartidarios republicanos.
El congresista tiene varios argumentos
para sostener su propuesta de ley:
- 1. Habla de abusos que los cubanos cometen cuando al “año y un día” se marchan a Cuba y llevan dólares al régimen que gobierna la isla, después de decir en USA que son exilados políticos: Esta idea tan llevada y traída es absolutamente falsa, pues al año y un día es que los cubanos podemos someter nuestros documentos al Departamento de Inmigración de Estados Unidos y el proceso suele tardar muchos meses e incluso para algunos (excepciones) tarda años. Someter estos documentos conlleva un gasto enorme pues antes ha de renovarse el “parole” con su correspondiente costo monetario y después se envían los documentos, cuyo trámite nuevamente cuesta cientos de dólares. Luego, los pasajes a Cuba tienen uno de los costos por millas más altos del mundo (en cualquier época más de 400 dólares el ida y vuelta) y no pueden ser asumidos por personas que supuestamente viven de “beneficios del gobierno”. Pongo en tela de juicio que “al año y un día los cubanos estén viajando de regreso a Cuba” y lo reto a que diga al menos un nombre de alguien que haya podido viajar “al año y un día”.
- 2. Se menciona de los cubanos que viven “parasitando” la sociedad americana y viviendo de los beneficios que el gobierno les otorga (dígase dinero, food stamps y medicaid). El Sr. Curbelo ha tenido la suerte de no tener que vivir de estos beneficios, pues de lo contrario no afirmaría que de estos beneficios se puede vivir sin trabajar (reconozco que estos beneficios son un regalo que el gobierno de los Estados Unidos y los contribuyentes ofrecen a los inmigrantes cubanos y debemos agradecerlos). Los beneficios que el gobierno otorga son para apoyar a los inmigrantes a encaminarse en este país, son beneficios limitados en cantidad y tiempo y que pasan por la supervisión de autoridades de “Departamento de Childrens and Families” y otras. Para acceder a estos beneficios se deben hacer horas de trabajo comunitario, asistir a escuelas de formación vocacional y clases en las oficinas del workforce para explicar al inmigrante como es la inserción en la nueva sociedad. Debes además mostrar que estás buscando trabajo, que haces aplicaciones, que tienes un resume, etc. Las mismas oficinas del Workforce te envían a potenciales empleadores para ser entrevistados con vistas a trabajar. De todos los beneficios el medicaid es realmente el beneficio más representativo, pues da un acceso de salud adecuado a personas que vienen de un país donde la infraestructura de salud pública se ha deteriorado.
- 3. Otro elemento importante que el Sr. Curbelo olvida es que los cubanos no viajan a la isla escondidos en una maleta. Viajan cumpliendo las leyes norteamericanas vigentes, pasan por la aduana sometiéndose al mismo escrutinio que cualquier otro viajero y a veces más. Por tanto si la ley te permite viajar, ¿cuál es el problema con hacerlo? ¿Pensará Curbelo, al igual que Alarcón de Quesada, que los cubanos viajando libremente congestionan los cielos?
Si existen estadísticas acerca del
porciento de cubanos que se dedica a “abusar del sistema”, que se ofrezcan;
pero estadísticas claras, en porcientos. Si han identificado a los “abusadores
del sistema”, pues que caiga el peso de la ley sobre ellos, si es que están violando
las leyes de Estados Unidos. Es hora de dejarnos de “comentarios de supermercados”
e historias de que” “la prima de mi abuela, me contó que su vecina va a Cuba
cada semana”…. Seamos serios y usemos estadísticas, acá no somos analfabetos
Sr. Curbelo.
Puedo estar equivocado, pero el fruto de mis meditaciones y el análisis de varios sucesos me llevan de la mano a las siguientes ideas:
Puedo estar equivocado, pero el fruto de mis meditaciones y el análisis de varios sucesos me llevan de la mano a las siguientes ideas:
- 1. Los inmigrantes cubanos ya no somos de interés del partido republicano. Las nuevas oleadas de inmigrantes cubanos se identifican mayormente independientes o demócratas y el antiguo bastión republicano del Sur de Florida, se ve en peligro de convertirse un nido de “subversivos izquierdistas demócratas”. Semejante cambio demográfico amenazaría los puestos en la cámara de representantes del Sr. Curbelo, el Sr. Diaz Balart y la eterna congresista Ross Lethinen.
Prueba fehaciente
del desinterés de estos congresistas hacia la situación de los cubanos
inmigrantes es su total falta de compromiso en la solución de la situación de
los seis mil cubanos varados en Costa Rica.
- 2. E n este momento de euforia contra los inmigrantes en las filas republicanas, esta propuesta le puede dar al Sr. Curbelo, un poco de la “rudeza” necesaria para ser un verdadero conservador y llevarlo a ganar algunos puntos con sus correligionarios y de paso recibir financiamiento necesario para enfrentar la campaña que se avecina, que no se presenta muy favorable debido al cambio de fronteras de su distrito electoral.
- 3. El Sr. Curbelo a la vez que quiere limitar los beneficios de los cubanos, ha hablado de ampliar las posibilidades migratorias para la comunidad venezolana…. Algo que es explicable, pues ahora son los inmigrantes venezolanos lo que se alzan como nicho potencial del partido republicano. Sin embargo, el Sr. Curbelo, obsesivo observador de la ley no se ha preocupado por averiguar y pasar legislación que refuerce el escrutinio sobre el origen de “dineros” que supuestamente son pertenecientes a “enchufados” del régimen chavista y que se vuelcan incesantes sobre Miami Dade, provocando un alza en el costo de los inmuebles, tornándolos inaccesibles a los trabajadores que vivimos en esta ciudad. Las compras de inmuebles “cash” pueden estar convirtiéndose en un método de blanqueo de dinero.
- 4. El Sr. Curbelo no ve el nexo que existe entre política y economía. No quiere reconocer que las carencias económicas que sufren los cubanos (a los que ya no cataloga de inmigrantes políticos) vienen de violaciones en Cuba del derecho a la propiedad privada, del derecho al libre movimiento dentro del país (recordemos los residentes de las provincias orientales cubanas que tenían limitado su reubicación para vivir en las provincias occidentales).
Por otro lado toda
esta campaña desatada por el Sr. Curbelo, más que las políticas de
normalización del Dpto de Estado, son las que han desatado el temor a la
perdida de la Ley de Ajuste y la emigración masiva, no ordenada y a cualquier
riesgo de miles de cubanos. De algún modo Carlos Curbelo es parte responsable de
la situación con los cubanos en la frontera de Costa Rica y Nicaragua.
El Sr. Curbelo es ciertamente un Representante del Gobierno de los Estados Unidos y debe velar por lo que a su juicio es mejor para este país y sus ciudadanos. Eso lo aplaudo y esa es la labor que debe honrar. La única contradicción es que entonces no debe apelar a sus “raíces” cubanas para hacer campaña política…. Promuévase como “ESTADOUNIDENSE” que aspira al congreso.
Creo que todos estamos cansados de legisladores que se llaman cubanos sin haber pisado nunca nuestras tierras y que serían incapaces de ubicar en un mapa de Cuba el sitio donde cayó el Apostol José Martí.
Por ultimo quisiera que me citen a otro legislador en el congreso de EU, que haya propuesto una medida que va en contra y restringe las oportunidades de sus coterráneos. Creo que todos tratan de “ganar terreno” para sus nacionales, excepto los nuestros que, esos legisladores nuestros de cada día que cantan muy bien al son de: “Caimán si come caimán”.